Fueron minutos de patio de colegio en el sentido más elevado de la expresión. nike mercurial blancos ara forzar el set definitivo (de 0-2 a 2-2), Bautista consiguió lo que nadie podría imaginarse jamás: desquiciar a Nishikori, al que si algo distingue es la calma y las buenas maneras, por muy torcido que esté el partido. La misma que, con anterioridad, ya había hecho posible que nuestras chicas mandasen hasta por siete puntos, con la ofensiva de Turquía atascada durante varios minutos. co era capaz de romper a su par con asiduidad- con el corazón de un equipo que ha aprendido en no cejar en su empe?o a base de resolver en los últimos minutos.